Las Leyendas de la Torre del Oro
La Torre del Oro es uno de los puntos de referencia de Sevilla. Está situado en el Paseo Cristóbal Colón, junto al Guadalquivir. La torre consta de tres niveles y tiene 36 metros de altura. ¡Vayamos más allá con la historia de esta torre!
La construcción de la Torre del Oro sucedió en tres fases diferentes a la par que las culturas. La primera fase fue en el siglo XIII (1221) durante el dominio alhomade, por orden del gobernador Abù-I-Ulà. Construyeron un nivel dodecagonal con una bóveda de hormigón para conseguir mejorar su estabilidad. Lo usaron como una torre de vigilancia llamada «Borg-al-dasjeb» o Torre del oro. Fue construido al final del reinado de los reyes de Taifa.
En el siglo XIV, con la llegada de los reyes cristianos de Castilla se construyó la segunda fase. Agregaron otro nivel destinado a ser un lugar de encuentro. Las leyendas dicen que se usó para las citas con las doncellas de las cuales se encaprichaba el rey Don Pedro. Por algo le conocería la gente como “el Cruel”.
También creen que había otra torre al otro lado del río conectada con cadenas a ésta para cerrar el paso del Guadalquivir. Estas cadenas fueron cortadas por Ramón de Bonifaz, quien ayudó al rey Fernando III a reconquistar Sevilla con sus barcos.
Entre 1504 y 1755 hubo muchos terremotos que dañaron la torre. El peor terremoto fue el de Lisboa en 1755 que dañó toda la estructura base. La última fase se terminó en 1760, los reparadores repararon los daños del terremoto. Agregaron un nivel cilíndrico con una pequeña cúpula con azulejos amarillos.
Durante estos períodos, generalmente se usaba como torre de vigilancia, fortaleza, capilla, prisión y almacén portuario. A principios del siglo XIX se utilizó la torre como empresa llamado Compañía de Navegación. Fue la primera empresa que construyeron un barco de vapor en España. Pero la revolución de 1868 supuso otra crisis para la torre: los revolucionarios demolieron el revestimiento decorativo de las paredes para venderlo. Después de la restauración, el rey Alfonso XIII visitó la torre y en su interior se puede ver un cartel dedicado a él del día que vino. En 1931 la torre fue declarada Monumento Nacional.
¿Por qué se llama la Torre del Oro? Hay algunas teorías acerca de esto. La primera es que la torre solía estar cubierta por azulejos blancos que reflejaban los rayos del sol. Otra es que la Torre del Oro era un emblema del puerto donde guardaban todo el oro de Estados Unidos. Sin embargo, el nombre es más bien debido a su construcción (12 lados) en contraposición a la Torre de la Plata (8 lados).
LA TORRE HOY
Hoy la torre es un Museo Naval de Sevilla muy interesante para aquellas personas que disfrutan de los objetos del pasado o que están interesados en la historia marítima de la ciudad. El museo comprende dos plantas vistitables y una terraza panorámica. En su interior puede encontrar objetos náuticos como uniformes, medallas, decoraciones, pinturas históricas, cartas marinas, modelos de barcos, etc.
Las Leyendas de la Torre del Oro
Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.
Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.