Los 10 lugares imprescindibles para sentir y vivir Sevilla como un sevillano más.
Si estás pensando visitar Sevilla, aquí tienes nuestro Top Ten de lugares imprescindibles para sentirte más sevillano que la Giralda.

1) Plaza del Salvador
Todos los sevillanos han pasado por aquí alguna vez en la vida. La mayoría muchas más de una y es que esta plaza tan tradicional del centro es el punto de encuentro para jóvenes y mayores a la hora de la cervecita, esa que nos solemos tomar antes de comer o cenar o antes de unas buenas tapitas. La cerveza mejor tirada de Sevilla, más fresquita y la que mejor sabe nos la bebemos aquí.

2) El río
A los sevillanos nos gusta nuestro río y nuestra ribera. Ya sea por la zona del muelle de nueva york como por Capote, calle Betis o Paseo de la O, siempre vas a encontrar locales tomando una cerveza, charlando o pelando la pava por allí. Siempre buena opción para un “break”.

3)La Alameda de Hércules
Para ver un partido, tomarte algo por la noche, reliarte en una zona más alternativa o para jugar con perros, niños o estar en familia. La Alameda siempre es una buena opción. Con abundantes mercadillos y zocos los fines de semana, actuaciones y conciertos suele ser la zona elegida por muchos sevillanos para disfrutar del tiempo libre.

4)Parques
Los sevillanos vamos al parque, Sevilla dispone de muchas zonas verdes, modernas como el Parque del Alamillo, antiguas como El Parque de María Luisa, pequeños como el Parque de los Príncipes…es normal ver sevillanos practicando deportes, jugando con sus críos o dando una vuelta en bici. No olvidéis visitar al menos uno.

5)Triana
El barrio más antiguo al otro lado del río es Triana. Lleno de bares, con un estupendo mercado muy interesante, mucho buen ambiente y una gastronomía fantástica. Pasear y tomarse algo por Triana es un asunto obligado si quieres sentirte como un sevillano más.

6)Bares de Tapas
Los sevillanos tapeamos mucho, todas las semanas salimos a tomar una cerveza y al menos una tapita por el barrio. La ciudad está llena de buenos bares baratos y tradicionales. Es importante evitar las zonas más turísticas y adentrarse en las calles y barrios más desconocidos para degustar la tradicional gastronomía sevillana.

7)Cultura
La ciudad cada vez dispone de más espacios culturales donde ver conciertos, exposiciones, lecturas o teatrillos. Os recomiendo el nuevo local de Microteatro, las actividades que se organizan en El Monasterio de la Cartuja y la web SevillaOn para estar al loro de todo lo que se cuece.

8)Barrios fuera del centro
La mayoría de sevillanos no viven dentro del casco histórico sino fuera. Si quieres conocer la ciudad más auténtica sal del centro y pasea por los barrios más obreros, los más auténticos. Encontrarás pequeñas tiendas típicas, muchos muchos bares y buen ambiente.

9)El Cementerio de San Fernando
No es un sitio especialmente frecuentado pero obviamente todo sevillano lo pisa antes o después y es uno de los lugares más desconocido y con más encanto de Sevilla. Si tienes un rato sin duda te recomiendo que pases por allí a pasear un rato.

10)Terrazas de bares y hoteles
Desde hace varios años y ahora estando en su máximo apogeo el sevillano ha empezado a explotar las terrazas de bares y hoteles, frescas, y normalmente con unas vistas increíbles, para tomarse una o más de una copa alguna noche. Os recomiendo las de los hoteles Casa Romana, EME, Casa Colón, Hotel Fontecruz y Patio de la Alameda.

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.