Día a día son más las personas que se apuntan a una dieta vegana, vegetariana o simplemente basada más en productos menos procesados, más frescos y con más variedad vegetal. Por suerte cada día son más los lugares en nuestra ciudad en los que podemos encontrar un menú con opción vegana o directamente que su cocina se base en ello. Como nosotros también somos participes de esta dieta nos gustaría mostraros algunos restaurantes de cocina vegetariana con más éxito de nuestra ciudad, en nuestra opinión. ¡A ver qué os parece!

PITACASSO:
Caminando por la misma calle Feria podemos encontrar detrás del mercado unos cuantos restaurantes con una oferta muy variada y fresca, pero concretamente os quiero hablar de “Pitacasso”. Sí, una especie de mezcla entre Pita y Picasso, debido a que la chef de este lugar se ha dedicado a la cerámica antes que a la cocina, y por eso sus platos tienen ese toque tan artístico. Este restaurante tiene una base gastronómica israelí. Por eso las pitas, el humus casero y el falafel son las especialidades de Pitacasso, y por supuesto en la carta podemos encontrar muchísima oferta vegana también con productos fresquísimos.Por último, para no desmerecer el nombre, en el restaurante es habitual ver exposiciones de pintura, se ofrecen catas de vino y en ocasiones especiales, como la Feria de Abril, le echan imaginación para crear nuevas sugerencias en la carta.

VEGANITESSEN:
La pastelería vegana que ahora también da de comer. Y digo esto porque comenzó hace algunos años como la primera pastelería vegana abierta al público en España. Gracias a que la demanda vegana y vegetariana ha ido creciendo con el paso de los años, se atrevieron a ofertar también tapas y variedad de comidas veganas. Lo que más diferente hace a este local tan sumamente especial es que todos los productos están elaborados sin ningún tipo de ingrediente de origen animal, por eso tanto intolerantes como alérgicos a ciertos alimentos optan por venir aquí. Además la ubicación es totalmente llamativa pues se encuentra en el Mercado del Arenal, un mercado de abastos tradicional en el centro de Sevilla con varias décadas de antigüedad. Así que si te decides a probar alguna cosita, no te olvides de que toda la bollería está horneada a diario, es su especialidad, por eso no te puedes ir sin llevarte algún delicioso dulce, que además están hechos con muchísimo amor, como todo el que le ponen a sus platos.

HABANITA:
Cambiando de zona otra vez, esta vez caminando entre Las Setas, la Plaza del Salvador y la plaza de la Alfalfa se encuentra “Habanita”. En la zona en la que se enclava podrás descansar del bullicio de la zona sin alejarte de las zonas monumentales de Sevilla para continuar con tu ruta turística. Este lugar hogareño y acogedor ofrece comida vegetariana, mediterránea, internacional y caribeña, y también desde hace algunos años se han dedicado a elaborar alimentos aptos para intolerantes de varios alimentos. ¡Además os recomendamos si os decidís por probar esta deliciosa comida que no os dejéis los postres caseros y algún cóctel caribeño sin probar! O si no, ¡deberás volver otra vez!

Siguiendo por la misma línea de productos frescos, ecológicos y veganos, y por la misma zona alternativa de Sevilla (Alameda de Hércules, calle San Luis y calle Feria) me gustaría recomendaros una heladería, que podrá ser la perfecta guinda a tu cita vegana con la ciudad: Heladería Freskura. Se encuentra en plena Alameda, en uno de sus laterales abarrotados de bares y restaurantes, ofrece helados súper naturales, variados y exquisitos. Hay muchos helados sin leche, perfecto para intolerantes, y casi siempre podrás encontrar sabores nuevos, porque los cambian cada poco tiempo ya que son artesanales, y depende mucho de la fruta de temporada, podrás probar sabores tan innovadores como pistacho, cacahuete y té verde. ¡Ah! Espera, por si la golosa oferta fuera poco, en verano ofrecen una riquísima variedad de granizados naturales, y en invierno muchísimos dulces artesanales que están para chuparse los dedos.

Y ahora que ya tienes algunas pistas de a donde ir a comer… ¿Por cuál te decides?

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.