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Azulejos Sevillanos

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La cerámica y azulejos

Las obras de arte de cerámica son una forma de expresión en nuestra tierra. Y una de las más populares son los azulejos. Son un tipo de cerámica pintada y son muy conocidas en la península ibérica, especialmente en Andalucía. Éstos pueden ser individuales, de pequeño formato, o grandes conjuntos artísticos

Hay muchos tipos de azulejos en todo el mundo, y muchas, muchas técnicas para hacerlos. Aquí en Sevilla todavía se pueden encontrar los tradicionalmente pintados a mano. Se pueden reconocer las mayólicas auténticas por tres pequeños puntos dejados por el trípode para apoyar la cerámica durante la cocción.

Orígenes y hoy

Esta forma de arte fue Introducida en Andalucía por Los Árabes y los diseños originalmente tenían formas geométricas y decoraciones vegetales en estilo mudéjar de acuerdo con las reglas de “horror vacui”. Los baldosines, por lo tanto, estaban completamente cubiertos con estas decoraciones mudéjares.

Sevilla se convirtió en uno de los lugares más importantes para la industria de baldosas entre los siglos XIII – XV. Los azulejos más antiguos tenían patrones geométricos. En esta época se desarrollaron diferentes técnicas.

Hoy, el centro de cerámicas en Sevilla está en Triana, en la calle Alfarería. Aquí hay algunos lugares donde todavía se realizan mayólicas según las técnicas antiguas. Casi todos los baldosines que se ven en iglesias y otros edificios se hicieron en Triana, al igual que los mosaicas de la Plaza de España. En el “Centro de cerámica” se puede aprender todo sobre las técnicas y como se hacían, y todavía se hacen estas obras de arte.

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En Sevilla

Los azulejos de Sevilla son una maravilla. En La ciudad había muchos grandes artistas como Murillo, Velázquez o La Roldana. Es la forma en nuestra ciudad de poner nombre a las calles. Otro maravilloso ejemplo es la Plaza de España, sus cuatro puentes y por supuesto los cincuenta y dos grandes mosaicos que representan las provincias españolas.
Otro buen lugar para descubrir la cerámica sevillana es en el Real Alcázar de Sevilla. Aquí podrás admirar el impresionante estilo mudéjar en todo su esplendor y también los hermosos azulejos en su contexto original e histórico.

Las estrechas calles sevillanas también están llenas de mosaicas. Hay muchos edificios que tienen fachadas decoradas con baldosines, o iglesias que tienen una imagen de un santo con esta técnica.

Sevilla es el verdadero hogar de los azulejos, aunque todo el mundo piensa que son una forma de arte portugués. El rey de Portugal quedó muy impresionado por las obras de Sevilla y decidió llevar las técnicas a casa con él, concretamente a Sintra.

La mejor manera para descubrir los azulejos sevillanos es caminar por la ciudad y descubrir estas obras de arte escondidas.

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Azulejos Sevillanos

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.