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10 consejos para descubrir Marruecos

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Marruecos es un país maravilloso con una atmósfera misteriosa, un lugar donde hay muchas cosas que hacer y experimentar. En Sevilla4Real te ofreceremos viajes a este país en un futuro muy próximo y para celebrarlo hemos enumerado algunas de las mejores cosas que puedes hacer en el país vecino:

1. Perderte en las Medinas
La medina es el parte histórica de la ciudad, una zona llena de calles estrechas y pequeñas perfecta para caminar. En las medinas podrás encontrar muchas fuentes, palacios, mezquitas, madrazas (escuelas islámicas) y otros edificios antiguos. Normalmente, y debido a las calles estrechas el tráfico rodado no está permitido, aunque es bastante normal encontrar motos e incluso burros porteando de un lado para otro, aun así son lugares ideales para caminar y curiosear entre las múltiples tiendecitas que encontrarás por el camino, desde carnicerías y fruterías hasta tiendas de plata y bisutería o bordados y telas.

La medina de Marrakech está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay muchos Highlights de la ciudad por aquí como la plaza Yama el Fna, los zocos, algunos jardines, palacios y riads y mezquitas. La medina tiene unas enormes murallas rosas, el color predominante de la ciudad. Déjate seducir por los colores y especias durante tu paseo por la medina…

2. Pasar la noche en el desierto
¿Puedes imaginar contar las estrellas que se ven desde el Sahara? ¿O montar en un camello por el desierto? ¿O ver el amanecer surgir desde las arenas naranjas del Sahara? Todo es posible en el desierto marroquí. La mejor manera para vivir esta experiencia es quedarte en un campamento con Haimas, las encontrarás con diferentes comodidades y precios, pero sin duda es una experiencia única que debes vivir.

Estos campamentos normalmente tienen un haima comunal, pero también los hay con haimas privadas. Aquí se puede cenar y experimentar la música tradicional. Ver las estrellas es también un imprescindible, ya que verás muchas más de las que puedes imaginar y sin nada a tu alrededor, las estrellas te parecerán mucho más brillantes desde este maravilloso entorno.
Además te ofreceremos hacer otras actividades durante el día como un paseo en camello o quad.

NOTA: Aunque los paseos en camello es algo bastante usual en este tipo de excursiones desde Sevilla4Real preferimos no realizar actividades con animales y si las hacemos siempre será con empresas que respeten a los mismos y cuyas condiciones sean 100% apropiadas. Si no estamos seguras es algo que NO ofreceremos.

3. Alojarte en un Riad
Un Riad es una casa tradicional marroquí o un palacio con pequeño jardín o patio en el centro. Estos edificios son muy similares a las casas andaluzas y los palacios españoles. Muchos riads son hoteles o alojamientos en la actualidad y sin duda son la mejor opción para alojarse en Marruecos. Las ventanas de las habitaciones normalmente dan al patio, ofreciendo privacidad al modo marroquí.

Los riads tienen un número muy limitado de habitaciones y cada habitación se decora de una manera especial y única, normalmente de estilo marroquí con azulejos, algo muy familiar para nosotros. Dentro de la amplia gama de Riads podréis encontrar habitaciones estándar a precios muy económicos o de lujo.

Como consejo, según vuestras preferencias y edad o limitaciones preguntad siempre la planta en la que os vais a alojar y si tiene ascensor, no suelen ser comunes en Marruecos y a veces te llevas la sorpresa de estar en la cuarta planta y sin ascensor.

Al ser establecimientos pequeños te recomendamos preguntar si entra el desayuno (normalmente está incluido y además merecen mucho la pena) y otras comidas bajo petición, pues de seguro es una opcion auténtica para comer comida típica y casera. Los Riads son usualmente propiedad de familias o particulares y ofrecen un servicio íntimo y personal. ¡Y te darán la bienvenida con una taza de té moruno!

4. Descubre las influencias españolas
Marruecos tiene una cultura muy rica y diversa, y la gente está orgullosa de la misma. El país tiene una conexión muy fuerte con España ya que nuestra historia confluye a lo largo de los años. Hay pruebas de que había rutas comerciales entre Europa y Africa mucho antes de que los musulmanes entraran en España.

Andalucía tenia el nombre Al-Ándalus en el pasado, y los musulmanes influenciaban el idioma, la arquitectura, la comida, el arte, la música,… un ejemplo es “al moussiqa al andaloussia”. Esta tradición empezó en España e influenció al norte de África. En cuanto a la gastronomía, algunos platos españoles todavía se sirven en el norte de Marruecos como churros y bocadillos tipo «serranitos». Incluso uno de los platos más famosos de Marruecos tiene raíces españolas: la pastela (o pastilla/ bisteeya).

Hay muchas más conexiones… ¿has comparado la arquitectura del Real Alcázar de Sevilla y los palacios en Marruecos?

¡Descubre los vínculos tú mismo durante tu viaje a Marruecos con nosotras!

5. Visita un Hammam
Nada puede ser más relajante que darse un buen baño en un Hammam. Se cree que la tradición de los Hamman viene de los Romanos y se popularizó en esta cultura cuando los musulmanes toman la península. Para los musulmanes, or tradición, religión y cultura siempre ha sido importante estar limpios en cuerpo y alma y los hamman, por lo tanto siguen siendo muy populares hoy día.

La gente local va al hammam varias veces a la semana ya que no es sólo un baño, sino un evento social para charlar y socializar con tus vecinos. Los baños siempre están separados por sexos, los hay muy económicos y básicos y de lujo. Nosotras te ayudaremos en la elección del Hammam y además del baño te recomendaremos algún tratamiento, lo normal es que una mujer te lave el pelo y te exfolie la piel con unas duras esponjas, no vamos a mentir: duele al principio, pero luego la piel con el aceite te quedará de maravilla y con una sensación sedosa única.

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6. Hacer compras en los zocos
¡Los zocos son el lugar para practicar vuestras habilidades de regateo y adquirir gangas! Suelen ser lugares muy concurridos y no sabrás a dónde dirigirte primero. Si la Medina es la «ciudad antigua» el Zoco es la zona de puestos y tenderetes, normalmente en una gran plaza, habiendo zocos de día y zocos nocturnos.

Mercaderes de otras zonas solían viajar largas distancias a las ciudades más grandes para exhibir sus productos en el zoco. La razón por la cual ciudades como Marrakech tienen tantas puertas es porque cientos de mercaderes de todo el país viajaban a la ciudad constantemente.

Aquí puedes comprar una variedad increíble de cosas de artesanos locales como tajines, platos, tazas, joyas… o especias para preparar la comida marroquí en casa. Las telas como el cuero y alfombres son también un recuerdo maravilloso.

7. Escucha la llamada a la oración
La llamada a la oración o Azan se realiza cinco veces al día desde las diferentes mezquitas de las ciudades musulmanas. El muezzin o almuedano es la persona que recita desde la mezquita una hermosa melodía que sirve de llamada a los fieles. Es lo suficientemente fuerte como para que todos puedan oírlo y presenciarás atónita como todo el mundo deja sus quehaceres y para para rezar, esté haciendo lo que esté haciendo. Sin duda escucharás a la llamada durante su viaje en Marruecos.

8. Visita los kasbahs
Un kasbah es un tipo de medina alta o parte fortificada de la ciudad. Usualmente tienen un alcázar, donde el líder viviría y desde el cual defendería la ciudad. El kasbah suele tener altas murallas defensivas y, como el de Tánger, suele estar construido en una colina. El kasbah era también un símbolo de la riqueza de la zona.

Uno de los kasbahs más famosos de Marruecos es el de Aït Benhaddou, entre el Sahara y Marrakech. El lugar está declarado patrimonio de la humanidad por UNESCO y es tan popular que muchas películas han sido filmadas aquí, como El reino de los Cielos, El Príncipe de Persia, Gladiator o La Momia entre otras.

9. Disfruta de una taza de té moruno
En Marruecos el té es mucho más que una bebida, es una forma de vida, es un evento social y a veces también una ceremonia para dar la bienvenida a huéspedes. En este caso el hombre de la casa o anfitrión sirve el té para sus huéspedes, como sucede en muchos Riads.

Este té es muy fácil para preparar en casa, solo necesitas té verde, hierbabuena, azúcar y agua. También puedes añadir sabrosas hierbas y flores como azahar y ajenjo. Se sirve el té en tres veces, y el sabor del té cambiará cada vez, porque al dejar las hojas de té en la tetera éste cogerá más sabor y amargor.

Hay un bonito dicho sobre esta tradición:

«El primer vaso es tan suave como la vida,
el segundo es tan fuerte como el amor,
el tercero es tan amargo como la muerte.»

Las familias marroquíes normalmente tienen tres servicios de té: uno muy elegante para huéspedes, uno normal para la familia y uno intermedio para otras ocasiones.

10. Aprender a cocinar un tajine típico
El tajine es probablemente el plato más famoso de Marruecos, su nombre deriva del recipiente cerámico en el que se prepara a fuego lento. Hay tantas recetas diferentes como familias, ya que cada una tiene su propria manera de prepararlo. Hemos comprobado que existen muchas posibilidades para aprender a cocinar esta receta en Marruecos y en nuestros viajes, siendo apasionadas de la gastronomía marroquí como lo somos, vamos a ofrecer una clase de cocina típica para aprender a hacerlo ¡creemos que es un imprescindible en este país!

La abundancia de especias tan diferentes en colores y sabores hacen de la gastronomía marroquí una de las mejores del mundo. Hay tajines dulces, agridulces, salados,… combinaciones infinitas y sin duda volveremos sabiendo prepararlo.

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10 consejos para descubrir Marruecos

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.