Sevilla en tu Alacena: Llévate los sabores de Sevilla a Casa
Cuando hicimos el top 10 de los souvenirs de Sevilla os prometimos uno dedicado en exclusiva a los productos gourmet. Aquí os traemos nuestra selección de productos gastronómicos y sabores de Sevilla que puedes encontrar tanto en la ciudad como en municipios cercanos.
Vinos
Andalucía es una zona vinícola milenaria. Es posible que los fenicios y los tartesios ya hicieran vino aquí muchos siglos antes del nacimiento de Cristo. Tenemos varias denominaciones de Origen, en Cádiz y Málaga. Llévese Manzanilla de Sanlúcar, probablemente el vino más consumido en Sevilla, el sabor de la fiesta, del flamenco y las reuniones de amigos; Y marida con Jamón Ibérico y con queso de maravilla. Y no olvide un vino dulce de Málaga. Y descubra los tintos andaluces, se va a sorprender Tinto Garum, de Cádiz, y Overo Crianza, de Lebrija, Sevilla, nuestro última obsesión. Déjese aconsejar en una buena tienda de vinos como Flor de Sal, en la Calle Carlos Cañal, Viña & Licor en Calle Arfe, o en Tierra Nuestra, en la Calle Constancia. Y si quiere visitar una bodega, a tan solo 15 minutos de la ciudad de Sevilla, vaya a ver los viñedos de las Bodegas Salado, y ya que está en el Aljarafe acérquese a las tascas y tabernas de Umbrete, Bormujos, Espartinas, Carrión, Coria, Sanlúcar la Mayor… y pruebe el mosto, si es en la fiesta del mosto de Umbrete (Febrero) lo probará gratis y con aceitunas. Entenderá mucho sobre la provincia y la ciudad saliendo a los alrededores.
Donde se hace vino, se hace vinagre, de los mejores del mundo, en Jerez.
Cerveza
También nos encanta la cerveza, ¡¡Claro, somos de Sevilla!! Y resulta que hay vida más allá de la icónica Cruzcampo, y además en los últimos años ha habido un boom de cervezas artesanales en nuestra provincia. Cervezas Albero tiene variedad y es producto local, y Cervezas Libre también se hace aquí mismo, además la podéis encontrar en La Colmena.
Licores y destilados
En nuestra Sierra Norte hay una antigua tradición de destilados, anises y aguardientes, de hecho hasta tenemos una denominación de origen: Cazalla. Busque la tradicional marca El Clavel, todo un clásico en nuestras casas y tabernas. También en Cazalla destila el Grupo Caballero, que fabrica el conocido licor de guindas Miura, con una antigua receta del convento franciscano de Los Diezmos, y el célebre Ponche Caballero, con una receta secreta de casi 200 años. En la provincia hay tradición anisera y tenemos destilerías como la de Anís Rigo en Fuentes de Andalucía y Flor de Utrera (si está en la localidad, cómprese también unos mostachones, perfecto acompañamiento). El gran fenómeno de los últimos años se llama Gin Premium Puerto de Indias, con aroma y sabor a fresa, elaborada en una antigua destilería de Carmona, que ha dado el campanazo y ha resultado ser un exitazo. Pruébela en alguna terraza, y luego llévese una botella a casa. Sorprendentes y deliciosos Gin tonics. No nos olvidamos del Brandy, el equivalente español al Coñac: Cardenal Mendoza, Conde de Osborne, Pedro I o Gran Duque de Alba, en Jerez, con Denominación de Origen y larguísimo envejecimiento en barricas de roble americano, que los convierten en un producto de lujo.
Jamón ibérico
Un icono gastronómico. Qué podemos decir a estas alturas del Jamón ibérico…solo una cosa, que lo bueno, no es barato, pero no tiene que comprar el jamón entero, puede llevarse un sobre envasado al vacío que no le ocupará casi nada, de sólo unos gramos. Se lleva usted a su casa (cuidado con las limitaciones aduaneras de su país respecto a los alimentos) lo más exquisito que se puede comer en este mundo. Esto es un culto cuasi sagrado en esta tierra, respételo. No le eche nada, por amor de Dios, si acaso acompáñelo de un buen pan, o picos, un buen vino, y una plegaria de agradecimiento. En los mercados de abastos encontrará buenas tiendas donde comprar jamón, también hay tiendas especializadas en ibéricos, y en las charcuterías de las grandes superficies también le servirán bien. Otra estupenda opción es acercarse a la Sierra de Huelva, donde existe la Denominación de Origen, a apenas una hora de Sevilla, disfrutar de un paseo por la sierra, contemplar al cerdo ibérico en las dehesas comiendo bellotas y recompensarse el gasto energético con productos de los pueblos y buen jamón comprado in situ, en Jabugo, o alrededores. Toda una experiencia. «Del cochino están buenos hasta los andares», así que donde se hace jamón, se hace todo tipo de chacinas curadas, así que no se olvide el chorizo, el salchichón y el morcón. Y de perdidos al río: empiece el día desayunando bien temprano una tostada con manteca colorá con zurrapa. No pregunte, simplemente pruébela.
Aceite:
Nuestro Oro Verde. Entre las muchas D.O. de Andalucía, tenemos en la provincia de Sevilla la de Estepa, de cuyos olivares partía un río de aceite que llegaba a buena parte del imperio romano. El Guadalquivir, ese río Grande para los musulmanes, fue antes Betis, y antes Oleum Flumen, río del aceite, para los romanos. Destaca la variedad Hojiblanca y se varea y recoge muy temprano, por lo que son aceites muy frutados. En algunas tiendas gourmet incluso les darán a probar aceites con un poco de pan. Con el vino y el trigo forma la tríada de alimentos sagrados y básicos del Mediterráneo, y durante milenios su uso ha trascendido lo alimenticio: medicinal, cosmética, religiosos, iluminación… Además de ser la grasa más saludable que existe, su variedad y sabores exquisitos constituyen un universo en sí mismo, con mil sabores y matices diferentes. Los precios del AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), o sea, el aceite obtenido sólo por presión mecánica de las aceitunas, no es barato, pero es un producto único, del que España es primer productor mundial. Se lleva usted una botella de buen aceite y cuando lo tome saboreará el paisaje de olivares infinitos de Andalucía. Si está usted o ha estado en Sevilla y no se desayuna por las mañanas con una tostada de pan con aceite… ¿De verdad que ha estado aquí?
Queso:
En las Sierra Norte y Sur de Sevilla, en la Sierra de Huelva y en la de Cádiz se elaboran quesos maravillosos, especialmente de cabra y oveja. Desde los queseros de toda la vida, a artesanos jóvenes que se distinguen por la calidad y variedad de sus quesos, que además de la presentación tradicional y con aceite puede presentarse en manteca, romero, pimentón, salvado… Quesos Torrelareina, en Guillena, o Quesos La Saucedilla, en El Saucejo, son dos ejemplos, pero no podemos dejar de nombrar el Queso Payoyo de Grazalema, Cádiz, una auténtica maravilla que ha ganado muchísimos premios en los últimos años y que nos hace afirmar que tenemos uno de los mejores quesos del mundo, solo les digo que en bar de tapas de los hermanos Adriá en Barcelona, esta es la tapa más vendida. Investigad también La Cabra Verde o El Bosqueño.
En tiendas de quesos, abacerías y en los mercados de abastos.
Conservas de pescado:
Una de las joyas de la corona de la gastronomía española y aún por descubrir en el extranjero. Y además enlatadas o envasadas al vacío ocupan poco espacio y son fáciles de transportar. La relación calidad-precio es imbatible. ¿Qué más se puede pedir? Pues probarlos antes de comprarlos, claro. Os vamos a contar un secreto, aunque sea un secreto a voces en mi barrio de la Feria: La Almadraba, en el lateral contrario a la Cantina del Mercado de la Calle Feria. Las mejores conservas en aceite, en manteca, salazones, y los mejores productos traídos directamente desde Barbate, donde se sigue pescando con la técnica milenaria de La Almadraba, otro ritual, patrimonio inmaterial de nuestra tierra. El gran descubrimiento: La sarda en aceite y estoy deseando probar las ventrescas y mojamas.
En este mercado vais a poder comprar todo lo de esta lista, y además disfrutar de un ambientazo a medio día: Lonja de Feria
Regañá
No podía faltar , ese crujiente acompañamiento para el queso, el jamón, la mojama, unas aceitunas… tan absolutamente típica de Sevilla , cuya capacidad de corte , siendo tan fina y dura, ha dado lugar hasta una saga de novelas del género “policiaco-rancio-sevillano” , en la que el Asesino mata utilizando una regañá afilada como arma blanca. Ahora en serio, es un pan finísimo, duro y crujiente con orígenes antiquísimos, que se ha utilizado ampliamente en los largos viajes por mar por su ligereza y durabilidad; en las largas travesías marítimas era a veces el único y duro sustento, y la marinería la comía a regañadientes, de ahí su nombre, regañá. La que venden en la Antigua Abacería de San Lorenzo es insuperable, y como siempre, ya que está, tómese unas tapas en este lugar que es ya una institución. Y explore el barrio, Sevilla en estado puro, lejos de las hordas de turistas.
Aceitunas
No podían faltar, con los millones de olivos andaluces que nos rodean. Simplemente pruebe, entre en un puesto de aceitunas, pida que le dejen probar, compre tres o cuatro bolsitas, y así cada semana. Alimento milenario con una enorme variedad, de elaboración artesana, y barato no, baratísimo. Los dulces los vamos a dejar para una segunda parte, que nos ha entrado un hambre de morirnos. En Sevilla4Real le acompañamos en nuestros tour de tapas a acercarse a los productos locales y a las costumbres sociales de nuestra ciudad, pero además le ofrecemos visitas a bodegas, tour gourmet&artesanía y además le podemos organizar una cata de cualquiera de los productos que le interesen. Simplemente escriba o llámenos y cuéntenos qué le apetece.
Sevilla en tu Alacena: Llévate los sabores de Sevilla a Casa
Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.
Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.