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¡Buenas tardes!
En Sevilla4Real buscamos incorporar personal y por ello tenemos abierto un proceso de selección, os dejamos los detalles a continuación:
El puesto ofertado es: GUÍA DE TURISMO
Perfil que buscamos: Graduado o diplomado en turismo o en el ciclo formativo de guía. Imprescindible contar con la habilitación que otorga la Junta de Andalucía para ejercer la profesión de guía de turismo. No es necesaria experiencia previa aunque se valorará.
Idiomas: Imprescindible inglés fluido hablado y escrito. Se valorará conocimiento de otros idiomas.
Posición: Precisamos un/a guía para realizar diferentes rutas por Sevilla y provincia en inglés principalmente. Además gestión de reservas, búsqueda de agencias y colaboradores, presupuestos, etc
Buscamos una persona con ganas de aprender, pues ofrecemos formación, alguien dinámico, responsable y con don de gentes, que disfrute enseñando la ciudad y trabajar con extranjeros.
El trabajo se desarrollará a media jornada en horario principalmente de mañana (normalmente se trabajará los fines de semana y descansará entre semana).
Los/as interesados debéis escribir enviando vuestro CV a info@sevilla4real.com
¡Muchas gracias y compartid si pensáis que a alguien de vuestro entorno le puede interesar!
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Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.
Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.