Después de pasear por el centro monumental y el barrio de Santa Cruz o por el auténtico barrio de Triana (según os apaetezca) e ir conociendo sus historias, monumentos, leyendas y secretos, nada mejor para terminar que relajarse en la calma y el silencio de las aguas del Guadalquivir, en un pequeño barco ecológico donde tienes la posibilidad de tomar una copa de vino o cava mientras nuestra guía desgrana el paisaje de las dos orillas del río Grande, el Arenal y Triana.

Una preciosa experiencia: navegar por el mítico río Betis de los romanos, desde el que el vino y el aceite de nuestros olivares zarpaba a todo el Mediterráneo envasado en las famosas ánforas de cerámica de Triana; el río por donde llegaron a Europa el tabaco, el maíz, el cacao, la vainilla, el tomate, la patata, el oro y la plata americana, los marfiles de asia, los mantones de manila y mil maravillas desconocidas en el viejo continente. Verás todos los puentes de Sevilla, desde los antiguos como el famoso puente de Triana hasta los contemporáneos realizados por Calatrava para la Expo 92, podrás admirar los antiguos pabellones de la Exposición iberoamericana de 1929 y monumentos tan emblemáticos como la Plaza de Toros de la Maestranza o uno de los símbolos de la ciudad: la Torre del Oro.