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¡Navidad!

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Como os prometimos, en este post hablaremos de cómo se celebra la Navidad. La Navidad es algo que se vive de formas diferentes en cada continente, país, localidad o, incluso, en cada familia. Por eso, este post lo he escrito desde mi punto de vista, de cómo yo he vivido la Navidad.

Antes de nada, me gustaría presentarme: mi nombre es Lydia, tengo 26 años, soy guía oficial y formo parte del maravilloso equipo Sevilla4Real que os trae todas esas fantásticas y entretenidas guías culturales.

Mi familia, como en el caso de muchas, somos bastante numerosos por parte de madre. ¿Qué es eso de por parte de madre? Bien, en estas fiestas, no se puede estar en dos sitios a la vez por lo que es frecuente que la Noche Buena (24 de diciembre) y Navidad (25 de diciembre) se pasen con la familia materna o paterna, y Fin de Año (31 diciembre) y el 1 de enero con la otra.

Eso es desde el punto de vista de los niños. Para los adultos es un momento en el que puede hablar de todo: deportes, política, trabajo, familia… y, aunque existan opiniones divididas, cuando se ponen el jamón y las gambas en la mesa todo se olvida cualquier cosa para poder disfrutar en familia.

En mi familia nos gusta reunirnos a menudo así no nos hace falta ninguna excusa para organizar algo que hacer juntos. Pero si es cierto, que a medida que los nietos nos hemos ido haciendo adultos y hemos encontrado nuestro trabajo se hace difícil estar todos reunidos. Y la Navidad es la ocasión perfecta.

¿Por qué? Hay muchas personas que no les gusta la Navidad o que piensan que es algo comercial, que nos volvemos tiernos durante estas fechas pero que luego volvemos a nuestra rutina y volvemos a ser algo más antisociales. Pero lo cierto es, que Navidad es una de las pocas fiestas nacionales que se respeta y se siga más a rajatabla. Hay fiestas como Semana Santa, Feria o en verano que es imposible que todo el mundo descanse en los mismos días.

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Sin embargo, el 25 de diciembre y el 1 de enero son probablemente los únicos días del año que, seguro, todos o casi todos descansan.

Es por ello, que desde Sevilla4Real, os invitamos a que disfrutéis de las Fiestas, de la familia, de los amigos, la comida, los dulces y, sobre todo, que seáis lo más felices posible.

Desde Sevilla4Real os deseamos unas maravillosas fiestas.

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¡Navidad!

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.