Esta semana en #FAVMONUMENT tenemos una propuesta que no te puedes perder en Sevilla: El Real Alcázar.

El Real Alcázar de Sevilla es muy espacioso, así que la visita se debe hacer con calma y dedicación, al menos durante unas 2 hora. Vamos a resaltar 2 lugares que en una visita rápida pueden pasar desapercibidos.

Bajo el Patio del Crucero del Real Alcázar, hay una cripta compuesta por diez tramos de bóveda y tres naves: una central mayor y dos más pequeñas que están en el espacio de circulación. Están construidas de piedra revestida con mortero y cal y pintada posteriormente. Datan del siglo XIV y fueron construidas para que allí viviera María de Padilla.

María de Padilla fue la amante favorita del rey Pedro I, por quien abandonó o hizo matar a sus anteriores esposas, a la que hizo proclamar reina una vez muerta y al arzobispo de Toledo consagrar de palabra su matrimonio. Esto legitimó a sus descendientes para la sucesión y sus restos pudieron descansar juntos en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla. Para nosotros es uno de nuestros lugares favoritos en Sevilla desde que éramos pequeños. Es posible quedarse fascinado por la belleza de su interior, su colorido, el reflejo en el agua… A día de hoy no concebimos una visita al Alcázar sin entrar en ellos. Creemos que quien se queda un buen rato observando el reflejo del agua puede hacer volar su imaginación y revivir la historia de amor entre Pedro I y María de Padilla.

Presidido por un estanque central, este patio es uno de los pocos espacios del antiguo palacio islámico de época almohade que se conservan en el conjunto palaciego. También se considera un antecedente de la Alhambra de Granada por su riqueza en decoración y proximidad en el tiempo en que ambos se construyen. El uso del yeso como material de construcción y decoración responde a la idea musulmana de que sólo Dios permanece, y de ahí la apariencia de fragilidad en arcos y detalles ornamentales. Afortunadamente ha llegado hasta nuestros días.

Si quiere saber más sobre el Alcázar y conocerlo desde dentro, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Estamos a su disposición para mostrarle todos los rincones de este gran monumento.

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.