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La Peste y su época en Sevilla

La Peste Foto Peste Negra Italia 1348Peste Negra

Está claro que «La Peste» está de moda. Obviamente hablamos de la serie, no de la epidemia, eso pasó, pero gracias a Movistar+, a Alberto Rodriguez y Rafael Cobos parece que la gente vuelve a interesarse por cierta etapa de la historia en Sevilla, del XVI y/o XVII. Y no sólo por la peste, sino por la inquisición, la forma de vida, el protestantismo y hasta de la venta de esclavos se habla en esta magnífica serie.

Ya son varias las visitas que diferentes empresas están promocionando sobre «La Peste» y nosotros no vamos a ser menos. En nuestra ruta «Sevilla Macabra» os contamos más sobre este tema.

¿Cómo es nuestra ruta Macabra? Ya os hablamos de ello con anterioridad, pero hoy queremos hablar un poco más en profundidad sobre ciertos aspectos de la misma, en concreto de como la muerte era parte de la vida cotidiana de la ciudad y sus habitantes. Sabemos que la muerte nos va a llegar a todos, pero hoy día la esperanza de vida es altísima, hay profilaxis, medicina avanzada e investigación y en occidente la muerte está desnaturalizada, no queremos que nos llegue y no valoramos que pueda pasar cualquier día tanto a nosotros como a los nuestros.

En los siglos XVI y XVII (y desde mucho antes) la historia era bien diferente en nuestra ciudad. Como comentaba, los cadáveres practicamente eran parte del mobiliario urbano, estaban en las plazas en las picas, ahorcados y quemados, en las puertas de la ciudad, en las orillas del rio y en jaulas colgadas de las murallas. Ya Miguel Mañara y la hermandad de la Caridad se encargaba de recoger muchos de ellos para darles santa sepultura, sin embargo la realidad es que con toda probabilidad no darían a basto y los cuerpos putrefactos se quedaban para ser alimentos de las aves rapaces y algún otro que se moría de hambre.

Con todo este percal imagináos como fue la cosa cuando la epidemia de peste entró en la ciudad. Los carneros o fosas estaban abiertas a las afueras en el Prado, Tablada, Macarena, etc, los cuerpos se llevaban en carros apilados y cuando no cabían en estos se ataban unos a otros y se arrastraban hasta las afueras. El hospital de las 5 Llagas (como vemos en la serie) estaba hasta arriba. La mayoría del personal médico, que no era de por si suficiente, murió durante la epidemia y todo el que pudo huyó de la ciudad.

Pero no todo era sencillo, como podemos apreciar en la muy bien documentada serie, Sevilla era rica y poderosa, pero la cara B de la moneda no era menor, en aquella época en la que la Inquisición apretaba, también había mucha pobreza y arrabales, muchos huérfanos y la epidemia corria rápido.

Peste Negra Italia 1348

¿Cómo sabías que tenías la peste? Basicamente te entraba fiebre entre uno y siete días después de haber sido infectado, se propagaba por las pulgas de las ratas que se encontraban en todas partes, ropajes, mobiliario, etc.. se te empezaban a inflamar las bubas en los ganglios, por eso apreciamos en la serie que lo primero que hacen es mirar el cuello y axilas, también las ingles. Esas bubas se inflamaban y podían llegar a explotar supurando pus y dejando un olor nauseabundo. Podías llegar a delirar de las fiebres y al final se perdian las habilidades motoras y hasta se te gangrenaban las extremidades, todo esto a una velocidad realmente alarmante.

Muchos de los afectados se volvieron locos y se suicidaron, en algunos casos llevándose con ellos a esposas e hijos que se quedarían sin sustento tras la muerte del patriarca. Se sabe de casos increibles de supervivencia, como un niño al que encontraron lactando de su madre ya muerta por la enfermedad, u otro al que su hermanito de 4 años le dio mendrugos de pan hasta que los encontraros con ambos padres también difuntos en la misma habitación…hay algunas crónicas interesantísimas de la época que os contamos en profundidad en nuestra ruta «Sevilla Macabra«.

Peste Negra

La Peste y su época en Sevilla

Estas disposiciones no fueron duraderas ni eficaces, pero nos habla de unos hechos a menudo desconocidos y de los que no se suele hablar, ni siquiera en los centros educativos. Pero merece la pena imaginar una Sevilla con un porcentaje llamativo de población negra, muchos de ellos llevando una carimba en el rostro, tal vez con el anagrama “ESCLAVO”, una S y un clavo (la primera que aparece en la imagen); aunque el carimbo se usó mayormente en las colonias americanas, mucho más difíciles de controlar por las autoridades. Otra curiosidad es que los hierros de carimbar se guardaban bajo llave en dependencias administrativas de la autoridad, o sea, que la carimba estaba perfectamente regulada por las leyes, y era como nuestros sellos de aduanas o de control de la CE o la matrícula en los coches, pues no se les consideraba más que mercancía. Y, además, por mandato real, los custodios y encargados de carimbar no podían cobrar por ello o cobrar, en todo caso, muy poco para evitar que se convirtiera en un negocio, como ya había ocurrido en algunos lugares.

Hasta 1679 no se suprimió la esclavitud indígena en los dos virreinatos y el carimbo aún tardaría un siglo más en ser prohibido completamente, ya en época ilustrada.